La regla de las 50 jugadas

La regla de las 50 jugadas dice que una partida puede terminar en tablas si, transcurridas 50 jugadas, no se ha movido ningún peón o capturado una pieza. La partida no es declarada tablas automáticamente, sino que el empate lo debe solicitar el jugador en su turno.

Durante parte del siglo XX el reglamento permitía la posibilidad de incluir ciertas excepciones en los finales (por ejemplo, el largo y difícil final de torre y alfil contra torre) en los que se prolongaba la regla hasta los 100 movimientos; pero a partir de 1992, la FIDE abolió todas estas excepciones.

La siguiente partida es un caso raro de tablas por la regla de los 50 movimientos (desde la jugada 20 hasta la 70 no se ha movido ningún peón ni capturado ninguna pieza):

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